'Jack Ryan', Amazon saca la maquinaria pesada en su gran estreno de la temporada


Amazon acaba de estrenar este pasado viernes 31 de agosto la primera temporada de su adaptación a la pequeña pantalla de las aventuras del personaje creado en 1984 por el novelista Tom Clancy, tal vez el proyecto más ambicioso de la plataforma en lo que va de año. La serie ha sido creada por Graham Roland y Carlton Cuse, ejerciendo este último también como productor ejecutivo junto a Michael Bay y el propio John Krasinski, que es a su vez el encargado de dar vida al protagonista y title character de la serie. Aunque Clancy falleció en 2013, el manto ha ido pasando de autor en autor estos últimos años, de manera que las aventuras de Jack Ryan no acabaron con la muerte de su creador

Mucho antes de convertirse en serie, las novelas de Tom Clancy fueron adaptadas para el cine innumerables veces, con mejor o peor resultado dependiendo de la ocasión. La primera y seguramente la más conocida de estas adaptaciones es La caza del Octubre rojo (1990), donde fue Alec Baldwin el encargado de interpretar al famoso personaje. Tras él, otros grandes actores como Harrison Ford o Ben Affleck también tuvieron su oportunidad, aunque ninguno logró acercarse al éxito del primero. 

El último intento fue en 2014 de la mano de Kenneth Branagh y Chris Pine, sin embargo, el poco ruido que generó y las malas críticas impidieron que hubiera una segunda parte o que se convirtiera en una franquicia tal y como estaba planeado, dando así la oportunidad a Amazon de volver a explorar la historia cuatro años después de ese fracaso. De momento, esta primera temporada de ocho capítulos nos da motivos más que suficientes para afirmar que Cuse y Roland han sabido hacer con acierto lo que Kenneth Branagh no pudo.


Jack Ryan es una serie de acción, un género que ha sido muy popular en el pasado pero que, hoy en día, con el mercado televisivo elevándose a un nivel de sofisticación inédito y tratando de dejar atrás los productos más convencionales, es más fácil de encontrar en el cine que en la pequeña pantalla. Sin embargo, la nueva serie de Amazon también es descrita como un thriller político, una categoría que sí cuenta con ejemplos más recientes en diferentes plataformas de streaming. Tal vez es por esto que Amazon vio en el personaje de Tom Clancy una oportunidad de dar caza a la competencia con un proyecto propio, y la verdad es que, a falta de conocer todavía la reacción del público, la calidad de Jack Ryan es innegable

Es demasiado pronto para saber si se convertirá en el último éxito de este verano o si acabará cayendo injustamente en el olvido tras su primera entrega (aunque ya fue renovada para una segunda temporada incluso antes de su estreno), pero desde luego no se le puede pedir más al equipo responsable de la serie, porque esta está hecha con la máxima escrupulosidad y atención al detalle en todos los aspectos que conforman la producción. Aunque a estas alturas ya se ha dicho muchas veces en referencia a otras series, la primera temporada de Jack Ryan tal vez sea el más claro ejemplo de lo que se ha venido describiendo como "una película de ocho horas". 

El presupuesto que Amazon ha desembolsado en este proyecto se nota en cada uno de los capítulos, y el carisma y profesionalidad que John Krasinski demuestra en pantalla nada tiene que envidiar al de las estrellas de Hollywood que le precedieron y que suelen protagonizar este tipo de guiones en el cine. Tras el bombazo que supuso A Quiet Place hace unos meses, y viendo su trabajo en Jack Ryan, ya podemos admitir que no andaban desencaminados todos aquellos que vaticinaron que Krasinski se convertiría en el próximo gran hit de la industria del entretenimiento. 

Además de Krasinski como cabeza de cartel, Jack Ryan cuenta delante de las cámaras con un grupo de excelentes profesionales poco habituales en estas grandes producciones, como John Hoogenakker, Ali Suliman o Mena Massoud en un papel secundario (que tal vez os suene porque próximamente será el nuevo Aladdin de Disney). El otro gran nombre del proyecto, pero, es sin duda Wendell Pierce, que hace un gran trabajo a pesar de no moverse mucho de su zona de confort habitual.  


A veces, sobretodo ahora en verano, recomendamos series simplemente para pasar un rato entretenido esas tardes calurosas cuando no hay nada mejor que hacer. Jack Ryan bien podría ser una más de estas recomendaciones, pero lo cierto es que sería injusto, porque merece mucho más. Lo nuevo de Amazon no es simplemente un montón de explosiones y metralla para poner de fondo mientras haces la siesta y hacer el rato más ameno, es un peliculón que alguien ha decidido dividir en ocho tomos, protagonizado por actores de un gran nivel que tienen algo que demostrar ahora que por fin se les ha dado una oportunidad a la altura, y producido por un equipo que busca hacerse un hueco en un mercado monopolizado por la competencia. Si no le das al menos la oportunidad a Jack Ryan de sorprenderte, estarás dejando escapar una de las mejores series del año.

5 docuseries originales de Netflix que inspirarán tus viajes (¡y menús!)

'Chef's Table' se estrenó en 2015 en Netflix y fue su primera docuserie original

Recientemente hemos hablado de las docuseries deportivas más relevantes del momento y de las docuseries "true crime" imprescindibles de Netflix. Es innegable que el género de los documentales en formato serie de varios capítulos y/o temporadas está en auge, en parte sin duda gracias al éxito de los canales streaming del momento. Sólo hay uno que pueda llevarse el mérito de haber creado la tendencia, sin embargo, y este es Netflix, que también cuenta con uno de los mejores catálogos en lo que a este tipo de contenido refiere.

Además de sus apuestas en el género "true crime" y deportivo, Netflix ha sabido aprovechar estos últimos años para aumentar y mejorar el contenido de su catálogo con series documentales gastronómicas y de viajes. Series que han alcanzado un gran éxito y que han sido en su mayoría renovadas para varias temporadas más. Con esta empresa, Netflix logra también llegar a un nicho de mercado diferente del que suele tantear con sus ficciones más emblemáticas, expandiendo así su marca y sus oportunidades de negocio

A continuación os dejamos con 5 docuseries gastronómicas y de viajes originales de Netflix que representan el buque insignia del género para el gigante del streaming, y que deberías estar viendo ahora mismo si no lo has hecho ya:

1. Dark Tourist

David Farrier protagoniza Dark Tourist

Dark Tourist es uno de los proyectos más recientes (con el permiso de Stay Here) y posiblemente también el más decepcionante de esta lista. Se estrenó el pasado mes de julio y en sus materiales promocionales prometía que su presentador, el periodista David Farrier, nos mostraría un mundo oculto de turismo extremo que busca un buen chute de adrenalina por medio de visitar los lugares más peligrosos del mundoEn vez de eso, ha acabado siendo una serie de entrevistas de dudoso interés con personajes pintorescos que Farrier va a buscar a distintos países. 

De este modo, Dark Tourist ha optado por dar más protagonismo a estos personajes que a los lugares que visita David Farrier o a las aventuras que estos podrían ofrecer, con unos resultados más bien flojos. Aún así, la serie no deja de ser un documental de viajes que muestra al espectador algunos rincones del mundo que han quedado a la sombra de los lugares más turísticos, así que darle una oportunidad no supondrá una pérdida de tiempo. 

2. Chef's Table

Chef's Table ya cuenta con 4 temporadas en Netflix

Chef's Table y su acompañante, Chef's Table Francia, fueron de los primeros documentales en formato serie de este género que aparecieron en el catálogo de Netflix. La primera ya cuenta con 4 temporadas y puede presumir de ser la primera serie documental original de Netflix. Es de lo mejor que se puede encontrar ahora mismo en cualquier canal de streaming para todos aquellos fans no solamente de la buena comida sinó también de los viajes. Chef's Table es una mezcla perfecta de gastronomía, naturaleza, negocio y aventura.

Su creador, David Gelb, ya había logrado un importante reconocimiento gracias a su anterior docuserie Jiro Dreams of Sushi, que trata una temática similar y que también se puede encontrar en Netflix. Con Chef's Table consiguió de nuevo la aprobación de la crítica e incluso llamó la atención de las galas de premios, entre ellos los Emmy. 

3. Stay Here

Una casa flotante, protagonista de uno de los capítulos de Stay Here

Stay Here acaba de estrenarse este mismo mes de agosto y está capitaneada por la diseñadora Genevieve Gordon y el experto en marketing y en el mercado inmobiliario Peter Lorimer, que en esta primera temporada tienen el objetivo de reformar y mejorar la calidad de varias propiedades destinadas a uso turístico para que sus dueños puedan sacar un mayor beneficio con alquileres vacacionales e incrementar sus calificaciones en plataformas como Airbnb. 

Con una primera temporada corta de ocho capítulos de 30 minutos cada uno, Stay Here es una buena opción para maratonear este mes de agosto y coger ideas de lugares donde hospedarse en tus próximas vacaciones.  

4. Cooked

Cooked está basada en el libro de Michael Pollan

Viendo la popularidad de Chef's Table, un año más tarde del estreno de esta última Netflix decidió dar luz verde a Cooked, otra serie documental gastronómica basada en el libro homónimo de Michael Pollan. El propio autor protagoniza la serie, que se vale de los 4 elementos de la naturaleza (fuego, agua, aire y tierra) para inspirar 4 viajes alrededor del mundo (a Australia, India, Marruecos y Perú) donde Pollan visita a varios expertos para investigar la historia de la gastronomía y su relevancia en nuestras vidas.

A diferencia de Chef's TableCooked solamente contó con una temporada de 4 episodios y no llegó a trascender de la misma manera que la primera incursión de Netflix en el género. A pesar de eso, sigue siendo un proyecto muy interesante que está de forma recurrente en la lista de tendencias de la plataforma.

5. The World's Most Extraordinary Homes

Docuserie protagonizada por el arquitecto Piers Taylor y la actriz Caroline Quentin

Puede parecer una copia más de cualquiera de los reality de reformas y decoración de interiores que pasan a todas horas en Divinity, pero no. The World's Most Extraordinary Homes, que se estrenó el pasado 2017 en BBC Two pero que Netflix ha apadrinado, ha sabido darle un toque diferente al tan recurrido género, además de contar con una profesionalidad y recursos que inmediatamente le diferencian de cualquier reality que aspire a la etiqueta de serie documental. Cuenta también con un dúo de presentadores de lo más entrañable que o bien adorarás o bien odiarás ya desde un primer momento: Piers Taylor, un galardonado arquitecto, y Caroline Quentin, una actriz británica.

Tal vez no sea posible visitar estas espectaculares casas a las que se nos abre la puerta en The Wolrd's Most Extraordinary Homes, pero si te gusta ver este tipo de docuseries para inspirar tus próximos viajes, vale la pena darle una oportunidad a lo que Taylor y Quentin ofrecen. Más allá de los detalles arquitectónicos y curiosidades relacionadas con la construcción de estas edificaciones, este documental nos invita a visitar varios países en un mismo episodio y a conocer algunos de los lugares más bonitos que no sabías que existían.

Bonus: Jack Whitehall: Travels with my Father 

La serie acaba de ser renovada para una segunda temporada

Tal vez os sonará el nombre del cómico inglés por su papel en la polémica más reciente de Disney, en relación con el personaje que interpretará en la próxima Jungle Cruise junto a Dwayne Johnson y Emily Blunt; pero Jack Whitehall hace ya mucho tiempo que es uno de los nombres más conocidos del panorama humorístico de las islas británicas y seguramente es por eso que Netflix decidió dejarle llevar el timón de su propia docuserie de viajes. Como no podía ser de otra manera, sin embargo, la serie debía reflejar la faceta cómica de Whitehall y esto se consigue en cada capítulo gracias a la colaboración del padre del artista y la dinámica que surge entre ambos. Además, la serie acaba de ser renovada para una segunda temporada que se estrenará el próximo mes de septiembre.

Anime Reviews: Summer Wars [CATALÀ]


'Summer Wars' és una pel·lícula d'animació japonesa de 2009, dirigida per Mamoru Hosoda i reconeguda popularment com una de les millors pel·lícules anime actuals. Més enllà del gènere global que representa l'anime, que té unes característiques inconfundibles en si mateix, es pot considerar a més un film de ciència ficció centrat en una trama que porta als protagonistes a defensar-se de les amenaces provinents d'un món virtual. Aquest és també escenari de la lluita contra l'antagonista de la història, tot i que és necessari aclarir que no s'emporta el percentatge més gran de metratge. Ben al contrari, la pel·lícula es desenvolupa en gran part en una zona rural de Japó on el protagonista va a conèixer a la família de la seva novia. 

'Summer Wars' és visualment increíble. Sorprenent des de tots els angles (disseny i guió). Quan sembla que la trama es mourà en una direcció, en pren una altra d'inesperada. Molt bons diàlegs i personatges, emotius i rellevants. La manera de representar una família, liderada per una àvia de caràcter fort, valent però empàtic, és del millor que he vist en anime. 

En comparació amb pel·lícules regulars s'emportaria un 7, però si es compara només amb altres animes, és un sòlid 8. Destaca dins del gènere.

Valoració: 8/10

Anime Reviews: Free! [ENGLISH]


Okay, so bear in mind that this review has been written with only 1 episode out, so maybe by the end of the season I've changed my mind. So far, though, I have to say that everything about this first episode makes me think that Free!: Dive to the Future will be amazing, and exactly what the fans of the anime would expect (this is definitely a compliment) and had been hoping for. 

We get to see our main characters back in action but this time all grown up and in a different context (which I think is pretty great, as we rarely get to see high schoolers actually leave high school in animes) and, at the same time, we finally get to see some old characters and how their lives look like today. This is a testament to Free!'s ability to present new characters and make the audiences get attached to them with only a couple of episodes, which then gives the writers room to explore these characters in future installments of the anime such as Free!: Dive to the Future.

I think most of us would openly admit that Free! is sort of a guilty pleasure. How could you reasonably explain to your friends that an anime about some guys swimming and competing against each other is SO good? It is difficult to explain, yes, because this show is SO MUCH MORE than that tagline. Free! and all its sequels have been consistently entertaining, emotional, intense but never overly dramatic, and simply fantastic. The story about this group of friends, with their problems and hopes, all wrapped up in this context of "sports anime" that keeps it all the more exciting, makes Free! (and all its sequels and prequels) an excellent anime, much better than you would ever imagine when you first read its synopsis. 

Free!: Dive to the Future, just like its prequels, is the perfect summer anime, as it is ideal for these summer afternoons where you just feel like laying on the couch and enjoying a good time. However, it would be a mistake to label it only as a "feel good" anime, because even if it definitely qualifies as one, it is way more than that. 

With all the above I want to really get the point across that Free!: Dive to the Future is as good, if not better, than all its predecessors. The creators of the show know what we fans want, even when we ourselves don't, and they gave it to us in the perfect package. So if you're a fan of the series, what are you waiting for? Do not even doubt it, every second you're not watching Dive to the Future, is a second you're missing out.

Score: 8/10

Anime Reviews: Fate/stay night: Unlimited Blade Works [ENGLISH]


Maybe this is just not for me, as I'm normally not a fan of these kind of animes (so keep that in mind when reading this review), but for all the praise Fate/Stay Night: UBW has received, I thought it was quite bland and overall disappointing. 

The art is great, and the battle's animation is outstanding, that's undeniable; but I think the story leaves a lot to be desired and the characters are ultimately not that interesting. The first couple of episodes paint a very attractive picture of this fantasy world where heroes and mages exist and battle each other, but you never get to really see much of it. I think this anime would benefit a lot from exploring the origins of the Holy Grail War and its heroes (and yes, I know there's a prequel, but I think it was necessary here in Fate/Stay Night: UBW).

Although I did get hooked and ended up watching the whole first season in a week, I can't say this anime made me feel anything. So, I can't really recommend it. Watch it if you have the time and don't want to seem uninformed in front of your otaku friends. And hey, if you happen to love this genre, then by all means go ahead and watch it! But beware that Fate/Stay Night: UBW (at least its first season) is not worth the hype.

Score: 6/10

Anime Reviews: ReLIFE [ENGLISH]


This anime made me feel like nothing I've seen in a long, long time. I LOVED IT. Everything about it, I loved. Maybe because I'm 25 and sometimes it's just inevitable to relate to the main protagonist's life, problems and thoughts; but I thought this anime pulled at all the right strings and made me fall in love with the characters and their story. And, on top of that, made me re-think a lot of things about my own life and what I would do if I had the chance to re-live it. 

For us millennials there comes a point in our lives, once we've finished high school and college, that you have to face the reality of becoming an adult. And it's not easy, at all. Mainly because, after years of picturing a perfect life that will eventually come once you finish all your obligations as an student, you realize being an adult is never as amazing or carefree as being a student was. 

I don't know how to describe my experience watching ReLIFE better than this, but at least allow me to say this: if you're too young, maybe you will not enjoy this anime to the fullest. Maybe you should wait a couple of years to really, really get it. That being said, if you're a bit older like me, don't doubt: WATCH IT. And maybe it will have the same effect it had on me. 

I couldn't recommend it more.

Score: 8/10

‘The Staircase’ y 5 docuseries “true crime” más para ver en Netflix



La primera vez que Netflix logró captar la atención de la audiencia mainstream con un documental “true crime” en formato serie fue en 2015 con el famoso Making a Murderer, un fenómeno internacional del cual aún estamos esperando una segunda temporada y que tuvo tal repercusión mediática que acabó en la revisión por parte de los tribunales de la causa de uno de los imputados.

El éxito se volvió a repetir, aunque con algunos decibelios menos, en 2016 con Amanda Knox. Para aquel entonces Netflix ya se empezó a postular como uno de los grandes productores de documentales de la industria actual y, conscientes de ello, la plataforma de streaming dio un empujón a su producción de docuseries originales, empujón que notamos por la gran cantidad de novedades que llegaron a su catálogo este pasado 2017. El ritmo no ha aflojado durante esta primera mitad de 2018.

La más reciente de las incursiones de Netflix en el género que ha dado que hablar ha sido The Staircase, que se estrenó en junio y que ya ha causado furor en las redes y dividido a sus usuarios, como no podía ser de otra manera. ¿Es realmente posible que la escalera matara a la mujer del escritor Michael Peterson? Todo aquel que ha visto los 13 capítulos del documental de Jean-Xavier de Lestrade tiene una opinión al respecto y, desde luego, es un viaje en el que vale la pena embarcarse.

Aunque Making a Murderer y Amanda Knox se llevaron en su momento toda la fama, la verdad es que Netflix tiene muchas más opciones de documentales basados en misterios sin resolver (o resueltos pero con enormes lagunas). A continuación os dejamos una selección de 6 alternativas para que os marquéis un binge-watching este verano y acabéis vuestras vacaciones más curtidos en ciencia forense y derecho penal:

1. The Staircase (2018)

La serie del momento y la que debes ver si quieres seguir la conversación a tus amigos. The Staircase trata sobre la muerte en extrañas circunstancias de Kathleen Atwater, la mujer del escritor americano Michael Peterson, que acabó con la condena de este último a pesar de que él defendía que su mujer se había caído por las escaleras.

Jean-Xavier de Lestrade ya había estrenado el documental The Staircase sobre este caso en 2004, pero cuando Peterson salió de la cárcel bajo fianza en 2011 por irregularidades en la investigación, el director francés hizo un seguimiento de su vida tras haber sido puesto en libertad condicional y grabó tres episodios nuevos en exclusiva para Netflix. Ahora, la serie original de 2004 más estos tres episodios nuevos que siguen las novedades del caso hasta 2017 se encuentran al completo en la plataforma de streaming, para que toda una nueva generación de espectadores pueda llegar a sus propias conclusiones con la información disponible.


2. Evil Genius: The True Story of America’s Most Diabolical Bank Heist (2018)

Antes del estreno de The Staircase, todo aficionado del género “true crime” que se precie estaba obsesionado con este documental. Parte de su éxito se debe, sin duda, a lo estrambótico del caso. Evil Genius es una docuseries sobre la muerte de Brian Wells al detonar un collar de explosivos que este llevaba atado al cuello, mientras estaba en custodia policial. Al parecer, Wells estaba involucrado en un plan con otros cómplices para robar un banco que incluía usar un collar de explosivos falsos fijado a su cuello para fingir que era un rehén más, aunque todo se torció cuando Wells descubrió que la bomba no era para nada falsa.


3. The Keepers (2017)

The Keepers se estrenó en mayo de 2017 y explora el asesinato no resuelto de la monja Cathy Cesnik, que era también profesora en el instituto Archbishop Keough de Baltimore. El documental incluye declaraciones de algunas de sus antiguas alumnas, que creen que las autoridades intentaron encubrir la culpabilidad de uno de los curas del instituto, al que también creen culpable de delitos de abuso sexual.


4. The Confession Tapes (2017)

Este documental causó un gran revuelo en Estados Unidos cuando se estrenó el año pasado. Presenta seis casos de acusados de asesinato que aseguran que fueron forzados a declararse culpables, poniendo así en jaque todo el sistema legal y la justicia americana. The Confession Tapes incluye entrevistas y opiniones de expertos en confesiones falsas, psicología y derecho penal, entre otras disciplinas relevantes, y tuvo muy buena crítica cuando se estrenó en 2017.


5. Audrie & Daisy (2016)

Este documental cuenta la horripilante historia de dos adolescentes norteamericanas, Audrie Pott y Daisy Coleman, que fueron víctimas de agresión sexual por parte de los que ellas consideraban sus amigos y, tras su denuncia de los hechos, acabaron siendo crucificadas por la opinión pública.


6. The Death and Life of Marsha P. Johnson (2017)

Marsha P. Johnson era una activista transexual de gran reconocimiento que apareció sin vida flotando en el río Hudson en 1992. En aquel momento las autoridades determinaron que se trataba de un suicidio, aunque sus allegados nunca estuvieron de acuerdo con el resultado de la investigación. A través de entrevistas a sus familiares y amigos, este documental intenta echar un poco de luz sobre la extraña muerte de Johnson.

Marsha P. Johnson era una activista transexual

6 razones LGBT+ para ver ‘Sense8’



Sense8 ya ha acabado, definitivamente. El pasado 8 de junio se estrenó su último episodio en Netflix y, aunque el fenómeno fan que ha creado es innegable, su presupuesto desmesurado y sus insuficientes números de audiencia hacen muy difícil prever un revival de aquí a unos años (aunque seguiremos haciendo campaña para que así sea). Aún así, si eres de los que aún no se ha decidido a darle una oportunidad a la serie, ¡este post es para ti! Y si eres de los que ya ha la visto enterita… ¡vamos a discutir por qué es tan buen ejemplo LGBT+!

En honor al Orgullo 2018, os queremos dejar 6 razones LGBT+ para ver esta serie que, con sus más y sus menos, como mínimo hay que reconocerle una voluntad inequívoca de dar voz a prácticamente todas las letras del colectivo. A pesar de las críticas y de un final de serie a duras penas mediocre, Sense8 ha sido un halo de luz y lugar de refugio para mucha gente, y eso es algo que no se puede olvidar.

1. Las hermanas Wachowski

¿Qué mejor ejemplo de representación que las mismísimas creadoras del cluster? Las hermanas Lana y Lilly Wachowski son dos mujeres transexuales que saltaron a la fama en Hollywood a principios de milenio como los “hermanos Wachowski”, el dúo responsable de películas de la talla de Matrix y V de Vendetta. Su carrera ha servido de ejemplo a toda una generación y, gracias a su historia, han tenido la sensibilidad adecuada para llevar a nuestras pantallas una serie tan diversa e inclusiva como Sense8. ¡Chapó para ellas! Sobretodo para Lana Wachowski, que tomó las riendas de la situación cuando su hermana Lilly decidió abandonar la serie.


2. Nomi Marks (y Jamie Clayton)

Nomi es el personaje que peor lo pasa al inicio de la serie. Su família (y en particular su madre) tiene problemas para aceptar que ahora su nombre sea Nomi y no Michael y, por si este drama fuera poco, están a punto de lobotomizarla. Por suerte, sus compañeros sensates y su novia y eterna fan favorite Amanita Caplan logran rescatarla de las garras de Whispers en el último momento. Desde ese punto las cosas empiezan a ir mejor para Nomi, culminando en la madre de todas las bodas, un bodorrio en la Torre Eiffel que deja en ridículo la ceremonia del Príncipe Harry y Meghan Markle y que incluye además todos los personajes que alguna vez han salido en Sense8.

La actriz que da vida a Nomi, Jamie Clayton, es también una mujer transexual que ha encontrado en Sense8 una oportunidad que no había tenido antes. Tal y como ella misma dijo en una entrevista, la mejor parte del hecho de que Sense8 sea una serie creada por otras mujeres transexuales es que la trama del personaje de Nomi nunca se centra en exclusiva en este aspecto de su vida. La historia se mueve más allá de su condición de mujer transexual muy pronto en la primera temporada, dejando claro que ella es mucho más y que no debería ser una etiqueta que definiera en exclusiva ni el personaje ni la actriz. Según la misma Clayton dijo: “Putting a label in front of someone’s job title with their gender or race–that’s the opposite of understanding who that person is“.


3. ¿Todos los sensates son pansexuales?

Aunque no ha habido confirmación absoluta en la serie, sí que es algo que los actores han dicho (citando a la propia Lana Wachowski) y, además, es lo que parece indicar el comportamiento de los personajes en la serie (tal cantidad de mega-orgías es imposible de ignorar). El nacimiento como cluster cambió su percepción de todo, y el hecho de vivir como un “nosotros” y experimentar la vida desde el punto de vista de siete personas más hace que cualquier límite antes existente en su mente y su forma de entender la sexualidad desaparezca. O, al menos, ese parece el camino que toma la serie.


4. Lito, Hernando y… Dani

Es necesaria esta pausa, esta distinción, entre la pareja gay por excelencia de Sense8 y su… ¿amiga? ¿Roommate? ¿Compañera de vida? Sea como fuere: Dani. Exceptuando la última escena del episodio especial final de la serie, donde cualquier línia previamente existente desaparece y es difícil decir si hay un motivo real atado a la trama o si es puro fan service sin más, Sense8 se ha esforzado en dejar claro que Lito y Hernando tienen una relación, entre ambos, exclusiva, y que son gays (todo ello dejando a un lado el punto 3 anterior y lo de compartir mente y cuerpo con otras siete personas). Dani existe en una zona gris de esta relación. Los tres son una família, cierto, pero Lito y Hernando no tienen interés sexual por Dani (al menos hasta esa última escena del último episodio…), y eso es importante.

Uno de los grandes problemas a la hora de representar parejas homosexuales en televisión o cine es que, históricamente, ha habido la molesta tendencia de incluir un personaje heterosexual en medio y convertir estas parejas en una relación a tres bandas más propia de una fantasía heterosexual que de la realidad de la comunidad LGBT. Una pareja que no se siente atraída por el sexo opuesto, ¿para qué iba a invitar a su cama a una tercera persona de ese sexo? No es que esto sea una opción inconcebible en la vida real, hay tantos modos de vida como gente en el mundo, pero es necesario que la televisión y el cine que entra en nuestras casas se esfuerce en reflejar y dar voz a la realidad de las parejas gay y lesbianas en vez de a una fantasía concebida por guionistas que jamás han conocido a una.

El hecho de que Sense8 se alejara de este tópico con la relación que comparten Lito, Hernando y Dani demuestra que eran muy conscientes del riesgo de acabar en este TV trope tan molesto y han querido darle un nuevo matiz, un enfoque distinto concebido desde un punto de vista mucho más cercano a la forma de ver la vida y las relaciones (y la televisión) de la comunidad LGBT.


5. La resolución del triángulo amoroso Wolfgang/Kala/Rajan

Este caso casi podría casi definirse como el punto 4 anterior, pero invertido. Muchos se han enfadado con la resolución del triángulo amoroso formado por Wolfie, nuestra querida Kala y su marido Rajan en el último episodio de la serie. Sobretodo porque, durante mucho tiempo, Sense8 nos dio la impresión de que no existía triángulo amoroso alguno y que Wolfgang y Kala serían endgame asegurado. Aunque es verdad que ha sido inesperado, lo cierto es que no deja de tener su lógica.

Parte del razonamiento detrás del hecho de que todos los sensates sean pansexuales, como decíamos en el punto 3 anterior, es que a raíz de su “nacimiento” como cluster sus mentes se expanden más allá de lo que cualquier sapiens corriente podría imaginar. Esto les lleva a vivir y experimentar sentimientos como un “nosotros” y no solamente como un “yo” único; de aquí el famoso “I am also a we“. Si partimos de esta idea de “expandir la mente” que tanto le gusta explorar a la serie, parece tener sentido que Rajan, que acaba de descubrir un nuevo mundo, también cambie su percepción de todo, incluyendo su sexualidad.


6. Fan Love

En ambos sentidos, el amor incondicional que los fans han procesado a la serie y a todo el equipo involucrado en ella, y el amor que estos les han devuelto en cada paso de la corta trayectoria que ha tenido Sense8 y hasta llegar a ese final que fue desde el inicio concebido como un regalo para los espectadores. La gente se ha volcado en este proyecto, en parte porque para muchos era la primera vez (o una de las pocas) que tenían ocasión de verse a si mismos en pantalla. Sense8 es una de las pocas series en la historia de la televisión que ha incluido representación de prácticamente todo el espectro de la sexualidad y, con un poco de suerte, habrá inspirado a storytellers de todas partes del mundo para ser valientes con sus historias y dar más tiempo en pantalla a las diferentes minorías del colectivo LGBT.

Para ser justos, querer hacer contentos a los fans no siempre es positivo. De hecho, el ‘fan service’ ha sido clave en el declive de calidad que vimos en Sense8 a partir de su segunda temporada. Sin embargo, ahora que todo ha acabado y podemos mirar atrás con perspectiva, tal vez haya que reconocer que la mejor forma de acabar una serie que tenía sus días contados era regalando el mejor rato posible a los fans que la han apoyado desde el primer día.


Lo que es indiscutible es que Sense8 profesa el mensaje de “love is love is love” a los cuatro vientos y es difícil nombrar otros proyectos en la indústria del entretenimiento que hayan creado un vínculo tan especial entre fans y profesionales. ¡Larga vida a los sensates!

7 razones por las que Netflix no debería haber renovado ’13 Reasons Why’



El pasado 6 de junio Netflix hizo público que había renovado 13 Reasons Why para una tercera temporada, justo después de emitir la segunda y cuando todos aún nos estábamos recuperando del despropósito que esta ha sido (con toda sinceridad, yo aún no me he recuperado de lo que fue la primera). 

La pregunta es, ¿hacía falta? Parece ser que muchos, tanto en Estados Unidos como en España, se han preguntado lo mismo, porque la noticia no ha sido recibida con todo el entusiasmo que cabía esperar. Está claro que a Netflix le deben de salir las cuentas, y no hace falta ser un experto para adivinar que, con todo el tráfico online que se ha generado cada vez que la serie ha estrenado episodios, los números de audiencia seguro que son bastante buenos (aunque Netflix no los publique). Aún así, ¿hay algo más que 13 Reasons Why pueda contarnos? 

A continuación os dejamos con un listado de las 7 razones por las que Netflix no debería haber renovado nunca la serie:

La historia simplemente no da para más


Hannah Baker nos llevó a este mundo y Hannah Baker nos tendría que haber sacado de él. Esta era la idea principal y tenía sentido durante la primera temporada (donde la serie debería haber acabado para bien), pero en esta segunda la presencia de Hannah se nota forzada y el guión no sabe cómo justificar su existencia. El juicio y la trama de las fotos no son más que una forma artificial de alargar una historia que ya estaba acabada y que no hacía falta resucitar para nada. 

Katherine Langford no continúa


Precisamente porque la historia de Hannah ya no da más de si, Katherine Langford ha decidido abandonar la serie y no aparecer en la próxima tercera temporada. Su presencia en la segunda ya fue completamente prescindible, aunque si algo demuestra esta circunstancia es que los creadores de 13 Reasons Why no han sabido aprovechar uno de los miembros de más talento de su elenco. 

Langford ha dicho en varias ocasiones que el personaje de Hannah Baker supuso su primer trabajo como actriz, y vaya si causó impresión. No es para nada fácil interpretar a una adolescente con tantos matices y demonios interiores como este papel requería, y Katherine Langford, siendo una rookie en el negocio, se salió y consiguió que toda una generación de millennials empatizara con ella y se les rompiera el corazón con su historia. Ella es el rostro de 13 Reasons Why, y sin su participación la serie pierde su identidad.

Cada dos por tres tienen polémica


Se podría decir que 13 Reasons Why no aprende de las piedras con las que se va tropezando continuamente. En la temporada anterior muchas asociaciones de prevención del bullying escolar y del suicidio en menores pusieron el grito en el cielo con algunas de las secuencias violentas que mostró la serie, argumentando que podían dar ideas a aquellos susceptibles de encontrarse en una situación como la de Hannah Baker. 

La polémica ha vuelto este año con la segunda temporada, a razón de una escena presente en uno de los últimos episodios que es de especial crueldad. Muchos de los espectadores (sobretodo los más jóvenes) han considerado que era excesivamente explícita e innecesaria, y que no aporta más que violencia gratuita para conseguir shock value.

El escritor del libro en el que se basa la serie ha sido acusado de acoso sexual


Por si fuera poco, Jay Asher, el escritor del libro que da título a la serie y sobre el que esta se basa, ha sido acusado de acoso sexual. Netflix decidió hacer frente a estas acusaciones desentendiéndose totalmente del autor y clarificando que este no había tenido ningún papel en la segunda temporada ni había estado involucrado en ningún modo. Aún así, está claro que todo este asunto debe ser una pesadilla en términos de publicidad para Netflix.

¡Liberad a todo el talento involucrado!


Siendo sinceros, a la serie hay que reconocerle varios puntos fuertes, entre ellos el hecho de que engancha. Es de ese tipo de series perfectas para marcarse un binge-watching de antología. Esto es mérito sin duda de los guionistas, que han fallado mucho en algunos aspectos clave pero en esto han acertado. 

También hay que alabar a los directores, pues la serie tiene un look-and-feel inconfundible, con un estilo visual atrayente pero a la vez muy apropiado para una serie que trata temas de una seriedad mayúscula como estos. 

Por último, pero no por eso menos importante, sin duda es necesario reconocer el impresionante talento del reparto de 13 Reasons Why. Desde la propia Katherine Langford y Dylan Minnette en el papel protagonista, Justin Prentice como villano, y pasando por todo el cast de secundarios con más y menos protagonismo (¡teniendo en cuenta además que casi todos son novatos en el mundo de la interpretación!), uno de los aspectos más destacables del proyecto de Netflix es la gente que encontramos frente a las cámaras.

Por todo esto, sería justo decir que 13 Reasons Why amasa una gran cantidad de talento, ahora mismo atado por contrato a una serie que no da más de si. Netflix, haznos un favor a todos y déjalos libres para que puedan hacer algo mejor.

¿Apología del suicidio?


Este es, a mi parecer, el elemento más reprochable de 13 Reasons Why y la razón por la cual no solamente no debería hacerse una tercera temporada, sino que ya no debería haber existido ni la primera. Sí, así de importante es este penúltimo punto.

Los creadores de la serie, todas las mentes tras el guión y la trama, incluyendo el autor del libro en el que esta se basa, estuvieron más centrados en sacar los colores a los bullies y hacer comprender a la audiencia que todas nuestras acciones tienen consecuencias (a veces inesperadas) en los demás, que olvidaron por completo tratar con el tacto e inteligencia necesarios el suicidio de Hannah, que es a fin de cuentas el tema central de toda la serie. 

Tal y como decíamos en el punto anterior, muchas asociaciones estadounidenses de prevención del suicidio en adolescentes se quejaron en su momento de cómo representaba la serie la historia de Hannah. Incluso una de estas asociaciones reveló que los productores de 13 Reasons Why habían estado en contacto con ellos durante la producción de la serie para pedirles consejo, y luego ignoraron completamente sus indicaciones. Sus temores no eran infundados, pues al poco de estrenarse la serie ya había varios casos de adolescentes imitando el sistema de las cintas para dejar notas de suicidio.

La realidad es que la serie representa una especie de suicidio-venganza que acaba con una resolución que casi parece darle la razón a Hannah en su cometido. Bien podría decirse que la primera temporada acaba con un “final feliz”, en el que, según nos da a entender la serie, Hannah ha conseguido lo que quería con su suicidio: todos los que le hicieron daño han aprendido la lección, ¿el mundo es ahora un lugar mejor? 13 Reasons Why nunca hace suficiente para dejar claro que el suicidio nunca es la solución, que Hannah se equivocó, y que siempre hay más razones para quedarse. Por todo ello, el mensaje de la serie acaba siendo peligroso.

Si realmente hay buena voluntad detrás de 13 Reasons Why, que Netflix la invierta en otro proyecto mejor


El punto anterior es un poco incendiario, y la verdad es que el equipo detrás de 13 Reasons Why ha contribuido mucho delante y detrás de cámaras en la lucha contra el bullying en las escuelas y en el apoyo a todos aquellos que tienen problemas en el entorno escolar o incluso fuera de este. Pero si realmente Netflix quiere hacer un proyecto altruista, podría usar todo este dinero del que siempre presume y el magnífico talento del que dispone para hacer algo mejor que 13 Reasons Why. Sí, la serie indudablemente ha tenido aspectos positivos, pero los negativos son más y más relevantes. No le podemos dar un pase.

‘Sense8’ llega a su fin en Netflix



El tan ansiado final de Sense8 ha llegado. Hoy, 8 de junio, se estrena por fin en Netflix un especial de dos horas y media que pondrá punto y final a la serie de dos temporadas que las hermanas Wachowski estrenaron en 2015 y que, a pesar de conseguir una fan base muy entregada a nivel mundial, no tuvo los números de audiencia suficientes para justificar su renovación para una tercera temporada completa. El cluster se despide con un final trepidante que se estructura como una película y que existe solamente gracias a la insistencia de los fans, que no pararon de quejarse cuando Netflix anunció la cancelación de la serie tras la emisión de una segunda temporada que acababa con un cliffhanger como una casa y que no podía estar más lejos de ser un final satisfactorio para tal proyecto.

Ya desde buen principio, en este último episodio podemos ver una de las imágenes más esperadas desde que empezó la serie: todos los miembros del cluster y sus allegados (que ya han descubierto el pastel y están extrañamente conformes con todo) se reúnen finalmente para luchar por su supervivencia y la de los demás sensates del mundo. Esto les llevará a intentar negociar la liberación de Whispers, al que el cluster tiene retenido, a cambio de recuperar a Wolfgang, que tras los sucesos de la última temporada fue capturado por BPO. Por supuesto, no todo podía ser tan fácil, y por el camino se encontrarán con interferencias de otros grupos de sensates, aunque no todos serán enemigos.


Uno de los aspectos que más llamará la atención de los fans es que este final de serie es visualmente mucho menos espectacular que las temporadas regulares e incluso que el especial de Navidad. Sense8 nos ha tenido muy mal acostumbrados entre su práctica de grabar en múltiples localizaciones y su sensacional fotografía que dan lugar a escenas direct-to-Tumblr que luego nos llenan el feed de espectaculares gifs durante meses. Es fácil llegar a la conclusión que este cambio de estilo se debe a los recortes en el presupuesto que sin duda alguna Netflix ha impuesto a las Wachowski para producir este final. Es lógico, pues la serie se acabó cancelando precisamente por lo desproporcionado de su presupuesto.

Para ponernos en contexto, el referente por excelencia en cuanto a despilfarro de dinero en televisión, Juego de Tronos, tenía hasta las últimas temporadas un presupuesto de 6 millones de dólares por episodio, mientras que las dos temporadas de Sense8 tuvieron un presupuesto de 9 millones también por episodio. Por supuesto, sobra decir que Juego de Tronos genera entre audiencias y merchandising muchísimo más dinero del que nunca ha generado Sense8, así que no salían las cuentas. Aunque el fan uproar que surgió tras la cancelación fue suficiente para que Netflix permitiera a las Wachowski dar un final digno a la serie en forma de película, no les convenció para volver a confiarles tal desmesurado presupuesto. Duele, pero con estos números no se les puede reprochar nada a los de Reed Hastings.

Estos recortes económicos, sumados a un tiempo muy limitado para atar todos los cabos sueltos y acabar definitivamente una historia que, de haber seguido su curso natural, aún habría dado para varias temporadas más, también resultan en menos cantidad de fan service que en el especial de Navidad y en toda la segunda temporada. En otras circunstancias esto no habría sido algo malo, pues precisamente uno de los peores aspectos de la segunda temporada fue que la credibilidad (y calidad) del guión se vio mermada en beneficio de añadir un porrón de momentazos para shippers. Sin embargo, en este final la falta de fan service no viene dada por una buena línea argumental, sino por las prisas para poder acabar la historia en las dos horas y media de metraje que Netflix ha concedido. Como no podía ser de otra manera, esta falta de tiempo también daña el guión, haciendo que la narración parezca apresurada y confusa en varias ocasiones.


En definitiva, la primera temporada de Sense8 fue un recital deslumbrante, lleno de muy necesaria diversidad, con un guión de gran originalidad y unos elementos visuales nunca vistos que prometían una nueva era de la ciencia ficción en televisión. Enganchó a millones de fans en todo el mundo y dio un altavoz a las minorías en un canal mainstream como hay pocos. Sin embargo, todo lo especial de esa primera temporada se fue deteriorando en el especial de Navidad y en la segunda, hasta convertirse en un espectáculo de luces y colores vacío de contenido.

Tal vez, si Netflix no hubiera cancelado la serie, las Wachowski habrían tenido tiempo en las siguientes temporadas de corregir este desvío, pero ya nunca lo sabremos. El final que se estrena hoy ha tenido que arrancar desde el punto más bajo al que había llegado Sense8, una ya de por si ardua tarea que solamente ha empeorado al tener que acabar todas las tramas y dar a los fans un final satisfactorio para cada una de las parejas, personajes y ships en un tiempo récord de dos horas y media. Un trabajo titánico que, como era de prever, ha quedado muy lejos de dar un resultado excelente.

Y sí, tal vez no ha sido el final espectacular que esa primera temporada brillante nos había hecho prever, y es cierto que la serie perdió el norte bien pronto con ese especial de Navidad que era todo fan service y con esa segunda temporada que siguió exactamente el mismo patrón, pero el contexto en el que se ha desarrollado este episodio final, así como el hecho indiscutible de que es una serie que ha despertado pasiones en todo el mundo, hacen Sense8 merecedora de al menos una decente despedida. Os invito a que veáis este episodio doble con la convicción de que estos personajes merecen un adiós y de que las Wachowski, que presentaron al mundo algo increíblemente imaginativo, valiente e inclusivo, también merecen que les demos la oportunidad de acabar de un modo digno su trabajo. ¡Os echaremos de menos, cluster!

¿Vale la pena ver ‘Safe’, lo nuevo de Netflix y Michael C. Hall?

Tom Delaney y Jenny Delaney en 'Safe' de Netflix
Safe se estrenó el pasado 10 de mayo en Netflix y trata la historia de Tom Delaney (Michael C. Hall), un padre que ha enviudado recientemente y que, tras la desaparición de su hija adolescente, empieza una búsqueda contrarreloj que le llevará a descubrir mucho más sobre su pueblo y sus vecinos de lo que podría haber imaginado.

El creador de Safe es Harlan Coben, un escritor estadounidense de novelas de misterio que ya había trabajado en el medio con anterioridad en The Five y Juste un regard. Además, la serie supone el esperado retorno a un papel protagonista de Michael C. Hall (al menos en televisión, porque sus más recientes hazañas tanto en el cine como en Broadway han sido de cuestionable éxito) después de que Dexter acabara en 2013.

Safe es una co-producción británico-francesa, y la diferencia existente entre estas y las producciones de Hollywood es palpable. No necesariamente peor, el look and feel de la creación de Coben es simplemente diferente a lo que Netflix nos tiene acostumbrados. Con menos aspavientos y más directa al grano, Safe tiene un tono sobrio y un guión monocromático más propio de las clásicas series de suspense escandinavas que de los thrillers americanos à la David Fincher que tanto se llevan últimamente. Sin embargo, esta austeridad acaba haciendo mella, y la temporada parece más falta de presupuesto a medida que avanza.


¿Ha acertado Hall volviendo a la televisión de la mano de Coben y Netflix? Puede que aún sea pronto para dar un veredicto al respecto, pero es cierto que la serie ha empezado a coger tracción estas últimas semanas y podría convertirse en uno de los éxitos del verano de la plataforma de streaming. Por encima de todo, hay que reconocerle un ritmo trepidante y unos giros de guión sorprendentes que facilitan, y mucho, el binge-watching. Además, cuenta con unas destacables interpretaciones por parte del reparto principal. Aún así, a lo largo de esta primera temporada Safe se topa con varios escollos que sortea más bien torpemente.

Al inicio, Safe deja al espectador enredado en mil preguntas: ¿qué me he perdido? ¿Por qué todo el mundo tiene una actitud tan rara? ¿Me lo parece a mí o todos los adultos tienen un semblante siniestro? De hecho, en sus más sutiles matices, Safe parece haber tomado prestados algunos trucos del manual de la reciente It (2017), que también mostraba una versión distorsionada y terrorífica de los adultos desde la perspectiva de los niños protagonistas.

Todas las escenas del piloto, incluso aquellas que aparentemente deberían ser felices o agradables como las que muestran una barbacoa al aire libre o una fiesta de instituto, están deliberadamente empañadas por una atmósfera espeluznante que busca dejar en la audiencia una sensación de incomodidad difícil de explicar. No es tarea fácil lograr una reacción así, valiéndose además solamente de sutilezas, por lo que es admirable el trabajo de guionistas y directores en este aspecto.


El problema principal de Safe es también una de sus características más atrevidas. Desde buen principio se nos muestra que no podemos fiarnos de ningún personaje porque, quien más quien menos, en esta serie todo el mundo está tomando decisiones cuestionables. Este elemento refleja una decisión creativa original y valiente, pero no muy recurrida en el género porque hace imposible empatizar con los protagonistas o interesarse por sus tramas.

Existen los anti-héroes y los villanos carismáticos, no hay necesidad alguna de pintar a los protagonistas como unos santos, pero sin un mínimo de carisma o elementos que faciliten la empatía del público es muy fácil que este acabe perdiendo el interés.

En definitiva y para resumir todo lo anterior, la lista de pros y contras roza el empate en el caso de Safe. Aunque los guionistas aciertan a la hora de crear un misterio y mantener la expectación del público episodio tras episodio, fallan en la construcción de los personajes que se ven enredados en dicho misterio, desluciendo el producto final. Vale la pena verla para no perderse la conversación que se está generando a su alrededor (es lo que tiene Netflix, que siempre logra captar la atención), pero difícilmente se convertirá en una de tus favoritas.

‘Counterpart’, la joya de la temporada que no estás viendo

Counterpart ha sido bautizada por muchos como una de las mejores series del año que no estás viendo. Se estrenó el pasado diciembre de 2017 en Starz, en nuestro país está disponible en streaming en HBO España y ahora mismo aún puede presumir de tener un 100% de puntuación en Rotten Tomatoes. Creada por Justin Marks (guionista de la reciente versión en acción real de The Jungle Book), la serie cuenta también con el oscarizado J.K. Simmons como cabeza de cartel y, en efecto, a pesar de la buena crítica y el excelente reparto, el público general parece en su mayoría haberla ignorado.

La trama de la serie, catalogada como un thriller de ciencia ficción, se centra en el personaje de Howard Silk (J.K. Simmons), un oficinista que ha estado trabajando para la ONU en uno de sus centros en Berlín prácticamente toda su vida. Sin embargo, no es hasta después de años de ejercicio que Silk, finalmente, comprende en qué consiste su trabajo, cuando descubre que la organización custodia la entrada a una dimensión paralela, una copia exacta de nuestro mundo que fue creada por científicos alemanes en los años 80 y que desde entonces se ha ido distorsionando hasta convertirse en una versión alternativa a nuestra realidad con importantes diferencias respecto a esta. Las sorpresas no acaban aquí, pues Silk descubre que en este mundo paralelo (al que se refieren como Prime World) existe también un doble suyo que ha estado durante años cruzando de un lado a otro.


Con un aire a Fringe, pero con mucha más picardía y aplomo, Counterpart se pasea por una fina línea entre el thriller de espías y la ciencia ficción. Incluye además ciertos elementos dramáticos que, gracias a un reparto de diez, un buen guión y una estética sobria y calculada, salvan la serie de convertirse en un one-hit wonder cualquiera al estilo de la reciente Dark.

Es importante destacar también que, a pesar de que la serie se erige sobre una trama de dimensiones paralelas, la ciencia ficción juega un papel prácticamente de soporte en Counterpart, cediendo el protagonismo bien pronto en la temporada a una historia de misterio y conflictos políticos. La contraposición entre Alpha y Prime se usa además con gran acierto para plantear dilemas que los personajes deben afrontar y también para mostrar la mella que ha dejado en ellos el hecho de vivir en uno u otro mundo. Resulta difícil decir si tal calado hubiera sido posible sin la intervención de actores de la talla de J.K. Simmons u Olivia Williams.


La primera temporada de la serie acabó de emitirse hace poco más de un mes, durante este pasado abril. Siguiendo el modelo habitual de los últimos años en lo que a streaming refiere, Starz dio a Counterpart una primera temporada corta, de un total de 10 episodios. Es decir, a diferencia de otras series, la de Marks no te hipotecará varias semanas (o meses) de tu vida si decides darle una oportunidad. En febrero de este mismo año se anunció que habría además una segunda temporada de también 10 episodios que se está rodando en estos momentos en Berlín.

En resumidas cuentas, si eres uno de los muchos que ni siquiera había oído hablar de Counterpart o, si incluso sabiendo que la crítica la ha definido como uno de los diamantes en bruto de esta nueva temporada, aún no te habías decidido a dar el paso, ha llegado la hora de desempolvar la suscripción a HBO España (¡que no todo es Juego de Tronos y Westworld!) y sumergirse en este mundo alternativo que nos brinda Starz.

‘The Rain’: ¿ha encontrado Netflix a su nueva ‘Dark’?


The Rain se estrenó el pasado viernes 4 de mayo en Netflix y representa la nueva apuesta de la plataforma de streaming por las producciones nórdicas, en esta ocasión de Dinamarca. La serie ha sido creada por Jannik Tai Mosholt, Esben Toft Jacobsen y Christian Potalivo, todos guionistas y productores con años de experiencia en la industria del entretenimiento que existe más allá de los inexpugnables muros de Hollywood.

La trama de The Rain empieza cuando una misteriosa lluvia trae consigo un virus que sacude la población escandinava, eliminándola casi por completo. Gracias a la iniciativa y capacidad de reacción de su padre, los hermanos Simone (Alba August) y Rasmus (Lucas Lynggaard Tønnesen) consiguen sobrevivir encerrados en un búnker. Sin embargo, deben hacerlo solos. Tras dejarlos a salvo y contarle a Simone que su hermano Rasmus es la clave de todo y que debe protegerlo, el padre se marcha del búnker sin dar más explicaciones ni contexto y nunca vuelve. Tras esta trepidante introducción, la serie nos traslada a seis años después del incidente, a un mundo barrido por esa lluvia tóxica que lo cambió todo.

A primer vistazo, The Rain aparenta haber surgido de una reunión que los ejecutivos de Netflix mantuvieron con unos guionistas que tenían una buena idea y sabían venderse, pero que a la hora de la verdad no han sabido desarrollar más allá de ese primer concepto sobre el que construyeron la trama. Predecible, desesperante y, a veces, aburrida, The Rain difícilmente logrará destacar por encima del resto de estrenos de esta temporada.


Es indiscutible que The Rain comparte muchos elementos con otro gran éxito sorpresa de Netflix de la temporada pasada, Dark. Ambas son producciones europeas con una trama de ciencia ficción y protagonistas young adult, e incluso (¡SPOILER!) tras ver el último episodio de Dark podemos intuir que la próxima temporada también se desarrollará en un escenario de futuro post-apocalíptico, como pasa en The Rain. En consecuencia, las comparaciones entre ambas son inevitables, pero aún así sería más justo decir que The Rain se parece a Dark en todos los aspectos negativos pero en muy pocos de los positivos.

Otro referente de la serie que podría haber pasado desapercibido de no ser porque es de todo menos sutil es The Walking Dead. Un grupo de supervivientes enfrentándose a un mundo desolado por un virus sin duda recuerda a la ficción de zombies por excelencia y, aunque en The Rain no hay zombies, sí hay un montón de topicazos del género de supervivencia. Desafortunadamente para nosotros, además del escenario en el que se desarrolla la acción y los inevitables tópicos del género, The Rain también comparte con The Walking Dead que sus personajes no paran de tomar decisiones absurdas y desesperantes para el espectador.


En definitiva, The Rain ha sabido crear un universo interesante en el que situar la acción y un misterio suficientemente intrigante como para soportar con éxito la trama de la temporada. Pero no solo de loglines se vive y, a pesar de tener elementos positivos, la serie peca también de incluir todos los tópicos y clichés de su género y de dar el protagonismo a personajes tan exasperantes que consiguen desalentar al espectador. Aunque Dark tampoco era perfecta, se la podía perdonar. Pero The Rain tiene más defectos que virtudes y los ánimos para darle una nueva oportunidad se van difuminando con cada nuevo episodio.

‘Lost in Space’ es un esfuerzo digno, pero debería permanecer en los 60

La familia Robinson sufre un accidente al inicio de Lost in Space

Lost in Space es un remake producido por Netflix del clásico de la ciencia ficción de mismo nombre que se estrenó en los años 60 y que estuvo en emisión durante tres temporadas. Igual que la original, la nueva versión de la serie también trata sobre las aventuras de una familia (la célebre familia Robinson) que debe abandonar la Tierra cuando esta se ve amenazada. Pero de camino a una colonia espacial, que podría convertirse en su nuevo hogar, sufren un accidente y quedan atrapados en un planeta desconocido.

La familia protagonista está conformada por John y Maureen Robinson (Toby Stephens y Molly Parker) y sus tres hijos menores, Will, Judy y Penny. Molly Parker ya tenía lazos con Netflix antes de iniciar este proyecto, tras interpretar a Jackie Sharp en las últimas temporadas de House of Cards y cosechar un importante reconocimiento gracias a ello. Más allá de su trabajo, sin embargo, poco más se puede destacar del cast de Lost in Space; si bien es cierto que las actrices que dan vida a las dos hermanas adolescentes de la familia Robinson, Taylor Russell y Mina Sundwall, ofrecen interpretaciones mucho más trabajadas de lo que cabría esperar de este tipo de serie.


Basta un solo vistazo a las imágenes de archivo de la Lost in Space sesentera para darse cuenta de que es uno de esos casos de clásico televisivo que no ha envejecido bien. A pesar de que en el momento de su estreno, más de cincuenta años atrás, se consideró pionera y un instant classic americano, hoy en día lo más destacable de la serie original es el potencial de los atuendos de la familia Robinson para cualquier fiesta de disfraces temática. Sin menospreciar, claro está, lo entretenido que puede ser ver la imagen de 1997 que tenía la gente de 1965.

Sin embargo, y como ya ha ocurrido en otras ocasiones recientemente, Netflix demuestra a cada paso que da que tiene el dinero para crear un espectáculo visual capaz de hacernos perdonar un guión cercano a lo absurdo y el prestigio para atraer talento a un proyecto otrora mediocre. Aunque Lost in Space podría haberse convertido en un Inhumans de turno, ridiculizado desde incluso antes de su estreno, el equipo delante y detrás de las cámaras ha demostrado tener una visión capaz de superar los obstáculos que una historia de este tipo conlleva. Seguramente no será suficiente para afianzarse un espacio destacado en el panorama televisivo actual, pero puede que logre una fan base suficiente para mantenerse en antena por un par de temporadas más.


En definitiva, todo aquel que esperara encontrar en Lost in Space un fracaso mayúsculo debe saber que Netflix no se ha limitado a construir una versión actualizada del bochorno que es para nuestros ojos de 2018 la Lost in Space de 1965. Por el contrario, es posible distinguir en esta serie importantes esfuerzos por hacer un producto digno de la edad de oro televisiva que estamos viviendo, aunque desafortunadamente se quedan cortos frente a una historia que simplemente no da para más hoy en día.