La familia Robinson sufre un accidente al inicio de Lost in Space

Lost in Space es un remake producido por Netflix del clásico de la ciencia ficción de mismo nombre que se estrenó en los años 60 y que estuvo en emisión durante tres temporadas. Igual que la original, la nueva versión de la serie también trata sobre las aventuras de una familia (la célebre familia Robinson) que debe abandonar la Tierra cuando esta se ve amenazada. Pero de camino a una colonia espacial, que podría convertirse en su nuevo hogar, sufren un accidente y quedan atrapados en un planeta desconocido.

La familia protagonista está conformada por John y Maureen Robinson (Toby Stephens y Molly Parker) y sus tres hijos menores, Will, Judy y Penny. Molly Parker ya tenía lazos con Netflix antes de iniciar este proyecto, tras interpretar a Jackie Sharp en las últimas temporadas de House of Cards y cosechar un importante reconocimiento gracias a ello. Más allá de su trabajo, sin embargo, poco más se puede destacar del cast de Lost in Space; si bien es cierto que las actrices que dan vida a las dos hermanas adolescentes de la familia Robinson, Taylor Russell y Mina Sundwall, ofrecen interpretaciones mucho más trabajadas de lo que cabría esperar de este tipo de serie.


Basta un solo vistazo a las imágenes de archivo de la Lost in Space sesentera para darse cuenta de que es uno de esos casos de clásico televisivo que no ha envejecido bien. A pesar de que en el momento de su estreno, más de cincuenta años atrás, se consideró pionera y un instant classic americano, hoy en día lo más destacable de la serie original es el potencial de los atuendos de la familia Robinson para cualquier fiesta de disfraces temática. Sin menospreciar, claro está, lo entretenido que puede ser ver la imagen de 1997 que tenía la gente de 1965.

Sin embargo, y como ya ha ocurrido en otras ocasiones recientemente, Netflix demuestra a cada paso que da que tiene el dinero para crear un espectáculo visual capaz de hacernos perdonar un guión cercano a lo absurdo y el prestigio para atraer talento a un proyecto otrora mediocre. Aunque Lost in Space podría haberse convertido en un Inhumans de turno, ridiculizado desde incluso antes de su estreno, el equipo delante y detrás de las cámaras ha demostrado tener una visión capaz de superar los obstáculos que una historia de este tipo conlleva. Seguramente no será suficiente para afianzarse un espacio destacado en el panorama televisivo actual, pero puede que logre una fan base suficiente para mantenerse en antena por un par de temporadas más.


En definitiva, todo aquel que esperara encontrar en Lost in Space un fracaso mayúsculo debe saber que Netflix no se ha limitado a construir una versión actualizada del bochorno que es para nuestros ojos de 2018 la Lost in Space de 1965. Por el contrario, es posible distinguir en esta serie importantes esfuerzos por hacer un producto digno de la edad de oro televisiva que estamos viviendo, aunque desafortunadamente se quedan cortos frente a una historia que simplemente no da para más hoy en día.