No es ningún secreto que disfruto las películas de animación tanto o más que las películas con actores reales, y soy una fan de Disney declarada, pero cuando Frozen: El Reino del Hielo se estrenó me pareció que sería una más de este montón de películas que Disney ha estado haciendo recientemente como Aviones, Rompe Ralph, Cars 2, Brave y muchas otras que parecen sacadas del mismo molde, son fácilmente olvidables y quedan muy lejos del carácter épico que tenían todas las películas de Disney en la década de los 80 y que siguió en los 90, sin olvidar también algunas brillantes producciones muy anteriores a esta época. Me alegro de haber estado equivocada, aunque tampoco es para tirar cohetes.  

El argumento parece medianamente original hasta que empieza el tramo final de película, donde los topicazos hacen acto de presencia, aunque eso parece un movimiento calculado para luego volver a hacer un giro de guión inesperado justo al final; si bien siempre dentro de los márgenes de final feliz estipulados en Disney. Tampoco creo que Frozen tenga madera para convertirse en El Rey León de esta generación, pero aún así es una buena película, con mucha más calidad de la que nos tenían acostumbrados últimamente los films de animación infantil, y sirve para pasar un buen rato aunque tengas más de 8 años. Eso es, al fin y al cabo, uno de los puntos fuertes de Disney, hacer películas infantiles que son igualmente entretenidas para adultos.

Ha tenido un éxito mundial destacable, cosa que hacía muchos años que no se conseguía con este género de películas, fueran Disney o no, y su banda sonora ya ha hecho historia al convertirse en nº 1 de ventas de la Billboard 200, siendo el cuarto film de animación en conseguirlo en los casi 60 años de historia de este listado de éxitos musicales. Hay que tener en cuenta que se eligió un reparto de lujo para poner voz a los personajes y cantar sus canciones, pues todos ellos son reconocidos actores de Broadway. Idina Menzel, famosa por su papel de Maureen en Rent, se lleva la palma prestando su voz a una de las protagonistas, Elsa, y cantando la canción más valorada del film, “Let It Go”. Obviamente en la versión española se pierde un poco este encanto, pero tampoco hacen un mal trabajo los actores de doblaje elegidos.

En definitiva, si te gusta el género y te apetece pasar la tarde, Frozen: El Reino del Hielo no es en absoluto una mala opción, pero tampoco esperes una genialidad como lo fue Toy Story 3 hace sólo unos pocos años, o cualquiera de las maravillas de Disney anteriores al año 2000.



Valoración: 6,5/10