No quería hacer una crítica sobre el último episodio de Perdidos, pero hace poco estuve pensando en la repercusión que tuvo la serie y en particular su final, aunque fuera años atrás, así que he querido hacer un breve comentario.

A veces, el trabajo de un guionista es extremadamente difícil. Cuando este trabajo es el de mantener contentos a miles de fans, a todos y cada uno de ellos, entonces es simplemente imposible. Cuando una serie acaba hay que mantenerse fiel a lo que ha sido esa serie, a cómo son los personajes y cómo han evolucionado, y hacer un final digno que desde antemano se sabe que no gustará a todo el mundo, pero sí a esos que han comprendido la esencia de la serie. Porque a aquellos que les ha gustado hasta ahora el trabajo de los guionistas y cómo se ha desarrollado todo, evidentemente les gustará un último episodio que siga los mismos esquemas que se han seguido siempre. Por lo que he podido ver, pero, el final de Perdidos no parece uno de estos casos, sino uno en que realmente casi nadie ha quedado contento. Hace ya varios años que se emitió este episodio y aún puedo oír gente quejándose. Francamente, no lo entiendo.

Como todo en esta serie, el episodio final tiene muchas interpretaciones distintas, así que no voy a entrar a especular. Lo que sí voy a decir es que, sea lo que sea lo que los guionistas han querido decir con este final, han estado dando pistas durante toda la serie. Desde el mismísimo primer episodio que al público le quedó claro que esta serie era distinta de todo lo que se había visto en televisión. Es una serie complicada, con muchos personajes y matices, con una estructura de flash-backs y flash-forwards poco o nada usada en televisión. Si había gente que esperaba que una serie así terminara dejándolo todo claro y cerrando cualquier enigma nunca abierto, lo siento pero no sabían qué estaban mirando.


Dejando esto aparte, el final de la serie ha sido un magnífico capítulo doble emotivo hasta decir basta. Hemos llorado, hemos reído y, sobretodo, nos hemos emocionado. Ha sido un capítulo épico, porque “épico” es la palabra, digno de ser la conclusión de una serie que en seis años ha movido el mundo. Lo único que me queda por decir a unos guionistas que han cargado con el peso de terminar una serie que a veces probablemente ni ellos entendían, es BRAVO.