Shonda Rhimes se ha sacado de la manga otra genialidad, esta vez con un piloto incluso más potente de lo que ya lo fueron los de ‘Scandal’ y ‘Anatomía de Grey’, dos series que se han convertido en míticas de la parrilla americana y también de la nuestra; pero si algo pone de manifiesto el episodio de este jueves, es que ‘How to Get Away with Murder’ nada tiene que envidiarles. Sin duda alguna, esta nueva serie dará que hablar y, a mi parecer, tiene potencial para superar a sus predecesoras de ShondaLand. Desde mi punto de vista, es la serie con más proyección de la temporada.

El primer episodio nos pone en el contexto de una clase de derecho penal en una universidad norteamericana, impartida por a la vez temida y admirada abogada Annalise Keating. El foco protagónico se reparte entre dicha abogada, brillantemente interpretada por la actriz de ‘Criadas y señoras’ (Tate Taylor, 2011) Viola Davis, y cuatro de sus alumnos. La trama principal gira alrededor de un caso de asesinato del que Keating es la defensa, y que usará para enseñar a su clase y motivarles a superarse con la promesa de que los mejores tendrán la oportunidad de trabajar para ella. A partir de ahí el episodio nos muestra la competición que se desata entre los alumnos para ser uno de los elegidos, y finalmente cómo esto ayuda a Keating a resolver un caso que parecía perdido de antemano.



Pero he aquí el punto fuerte de este episodio piloto, y es que no hay un solo hilo argumental, sino que la trama de Annalise Keating y su clase intentando resolver el caso se entremezcla magníficamente con flash-forwards de los cuatro alumnos protagonistas intentando esconder un cadáver, del que no sabemos ni la identidad, ni cómo ha muerto, ni básicamente ninguna de las circunstancias que rodean el asunto. Y no sólo existe esta subtrama; paralelamente a todo lo anterior, durante el episodio se hace referencia también a la misteriosa desaparición de una alumna del campus de la que nadie sabe nada pero que, de una forma u otra, afecta a todos los personajes.  Ni el episodio ni su final dejan nada resuelto, pero los primeros planos deliberados y las miradas significativas dejan claro que algo se esconde detrás de esta historia aparentemente desconectada del argumento principal.


‘How to Get Away with Murder’ será una de esas series que enganchará a la audiencia y será renovada para una segunda temporada aún cuando no se haya ni emitido la mitad de la primera. Una mezcla entre suspense, drama y superación con un campus universitario como escenario, portadora del sello Rhimes y que establece ya en su primer episodio que habrá más secretos contados a través de miradas que de palabras. Tiene calidad y muy buenas credenciales, así que conviene no perderla de vista.