La moda blogger se ha extendido de tal manera en los últimos años que ha conseguido invadir incluso los rincones más privilegiados de la sociedad. Muchas webs especializadas en el tema e incluso marcas de moda han logrado convencer a grandes celebridades para que tengan su propio blog sobre estilismo o estilo de vida, aprovechando así su fama para hacer publicidad de sus productos.

Más allá del objetivo de marketing que esto conlleva, esta nueva tendencia ha supuesto también una forma de acercamiento entre ídolos y sus fans, de manera que éstos últimos pueden estar al día de qué marcas y artículos usan habitualmente las celebridades que admiran. ¿Podemos decir, pero, que este acercamiento es real? ¿O se trata solamente de una ilusión creada para ese efecto? Y es que pueden darse dos situaciones en estos casos: en primer lugar, es posible que ni siquiera sea la propia persona famosa la que escribe las entradas del blog o página web, sino que bien podría tratarse de un becario cualquiera de su empresa de relaciones públicas. En segundo lugar, aunque fuera la misma celebridad la que está detrás de lo publicado, es aún así posible que los productos que menciona no sean realmente los que usa en su día a día, sino los que más han pagado para ser nombrados. ¿Es lícito ganar dinero por engañar a tus seguidores de esta manera? ¿Es posible demostrar que así ha sido? De momento, parece que estas preguntas no son formuladas ni mucho menos contestadas.

Además de lo ahora referido, como con casi todo lo que ocurre en este mundillo, esta moda ha provocado también su grado de polémica. La noticia más reciente compromete a la actriz de Gossip Girl Blake Lively, que estrenó su propia lifestyle website, Preserve, este pasado julio.


Desde el primer día de vida de la web que las críticas le llovieron a mares, entre otras cosas por su apariencia siniestra, la extravagante forma en que están escritos sus textos y, sobretodo, por las chorradas brutalmente caras que propone como decoración para el hogar (y que se pueden comprar a través de la misma web). Algunos ejemplos de esto último son este bol torcido de 70 dólares o este sencillísimo delantal de 100:






Aparte de Blake Lively, otras actrices conocidas que han probado suerte en este medio han sido Gwyneth Paltrow y Reese Witherspoon, entre muchas otras. Aunque han tenido más suerte que Lively, aún así sus propuestas no han sido acogidas con mucha estima.


¿Es posible que el intentar abarcar demasiado canse al público? Un excesivo uso de su imagen puede llegar a perjudicarles, y muchos opinan que los actores deberían centrarse en actuar y los cantantes en cantar y dejar el resto de plataformas para la gente que de verdad se dedica a ellas. Con todo esto, la verdad es que el debate está servido.