Expediente Warren (The Conjuring)


Desde siempre he sido una gran aficionada a las películas de miedo. No quiero arriesgarme y decir que lo he visto todo del género, porque debo reconocer que aún hay muchos grandes clásicos que tengo pendientes, pero sí que he estado bastante al corriente de todo lo que ha ido saliendo durante estos últimos años. La generación de películas “cámara en mano” como la saga REC o Paranormal Activity han sido la novedad, llamaron la atención en su momento por tener esta estructura innovadora y han sido bastante taquilleras, pero la verdad es que son de argumento flojo y susto fácil. Luego nos encontramos con franquicias como Saw o Hostel, que simplemente no pueden ser clasificadas junto con el resto de películas que hemos nombrado o nombraremos ahora porque se trata de cine gore. Aunque a veces no quede claro, son variedades brutalmente diferentes.

Entre todo esto, pero, ha habido algunas perlas que a mí, personalmente, me han encantado. Una de ellas fue Insidious, que me gustó especialmente porque logra hacer lo que casi ninguna película de miedo actual consigue: mantener la tensión durante la hora y media que dura; no sólo cuando la música sube y sabes que inevitablemente va a venir un susto. Además, el argumento me pareció razonable, y es tan difícil ver eso en este género que aunque fuera malo, que no lo es en absoluto, lo seguiría considerando un hito. Tal vez es por eso que Expediente Warren también se ha convertido inmediatamente en una de mis favoritas, porque ha sido dirigida por el mismo hombre (James Wan) y protagonizada también por Patrick Wilson, que lamentaría mucho que quedara encasillado en este tipo de papel porque ya demostró su polivalencia en su inesperada aparición en la serie Girls. Pero puede que no haya sido por sus similitudes con Insidious que me ha fascinado, puede que el secreto se encuentre en el hecho de que está basada, que no inspirada, en hechos reales.

Sí, hay momentos típicos de los que ya te esperas en toda película de terror. Sí, es un argumento de casa embrujada mil veces visto antes. Sí, también hay muñecas diabólicas y exorcismos. Aún así, me atrevo a decir que es diferente. Habrá tópicos, pero tiene personalidad. Y lo que es más importante: da miedo, mucho miedo, y eso es al fin y al cabo lo único que se le puede exigir a una película de esta naturaleza. En resumen, vale la pena ir a verla.


Valoración: 8/10