Crítica de Agosto




  
Agosto es una película basada en una obra de teatro que trata la historia de como una familia se enfrenta a la noticia de la muerte de su patriarca. El guión ha sido escrito por la misma escritora de la obra, Tracy Letts, y es interpretada principalmente por Meryl Streep y Julia Roberts, entre muchos otros actores conocidos. Es una comedia negra y es brillante, pero no es para todos los gustos.

Normalmente las películas, en su gran mayoría, crean una trama y se apoyan en ella, y los personajes son simplemente los instrumentos a través de los cuales vemos esta trama y avanzamos en ella. En Agosto, los personajes son la trama. Esta película no podría haberse hecho sin un reparto con tanto talento como el que tiene, requiere como ninguna otra unas interpretaciones excelentes, porque es en los actores en los que recae todo el peso de que la película sea buena o no. Esta película no tiene acción, y apenas tiene movimiento; esta película es diálogos y expresiones faciales.

Francamente, no sé ni cómo ponerme a definir la actuación de Meryl Streep. Siempre he sido capaz de ver lo bueno que es su trabajo, siempre he pensado que todo lo que hacía lo hacía impecable y que merece toda la fama que tiene, pero es que con esta interpretación me ha abrumado. Puede que no haya visto todas las películas de su carrera, pero me cuesta creer que haya ninguna otra en la que supere lo que ha hecho en Agosto. Está perfecta.

El resto de actores también cumplen de forma sobresaliente. Me ha sorprendido en especial Benedict Cumberbatch, con un papel tan opuesto al Sherlock Holmes que lo ha hecho famoso, al que ha sabido transmitir la vulnerabilidad y patetismo que requería. Lo único que cojea en este aspecto es Julia Roberts, que, aunque correcta, no ha acabado de dar la talla. La película recae en ella tanto o más que en Meryl Streep, ya que probablemente es la que tiene más minutos en pantalla, aunque de cara a los premios al final decidieran poner a Streep en la categoría de Actriz Principal y a Roberts en la de Actriz de Reparto, para evitar así que compitieran entre ellas.

Aunque pueda parecer que una película que consta mayormente de primeros planos y escenas largas y cargadas de palabrería se puede hacer pesada, la verdad es que se hace corta. Es una comedia negra llena hasta los topes de momentos dramáticos, pero los momentos de humor cínico y crudo que tiene son de los que sacan carcajada al público.

No es un tipo de película que guste a todo el mundo, no es a lo que estamos acostumbrados y no es lo que muchos esperan al ir al cine. La recomendaría a cualquiera que busque disfrutar de una obra maestra de la interpretación y de un guión muy inteligente, que perfecciona el arte del diálogo hasta llevarlo a un punto que probablemente no se haya superado nunca antes. Agosto es un peliculón, y debería hacerse un hueco en la historia del cine como la obra de arte que es.


Valoración: 9,5/10


Crítica de Moneyball: Rompiendo las reglas





Moneyball trata la historia real de Billy Beane, un exjugador de béisbol profesional que es ahora manager general del Oakland Athletics , y que para formar su equipo decide emplear el método “moneyball”, cimentado sobre números y estadísticas en vez de dar golpe de talón para fichar a las estrellas del momento.  

Cuando se estrenó en 2011 ocasionó mucho revuelo. La crítica la adoró, y fue nominada a todos los premios posibles: Globos de Oro, Oscars, BAFTA, Sindicato de Actores,… Se dijo que sería, por fin, el papel que conseguiría el Oscar a Brad Pitt. Al final, pero, la película no ganó nada. Fue la gran decepción del año, porque estaba en cabeza de todas las apuestas y no acabó llevándose ni uno de los grandes galardones a los que tenía opción. Eso, pero, sólo demuestra que ese año Moneyball tuvo fiera competencia, pero sigue siendo una muy buena película que merece la pena ser reconocida.

Es, evidentemente, una película sobre béisbol, pero no es posible decir que eso la define por completo. Yo no tengo ni idea de béisbol y nunca me ha interesado, y esta película me ha encantado. Lo que es, en esencia, es una historia emotiva, inteligente y un concepto de película que puede gustar hasta a los aficionados de géneros más distintos.

Las actuaciones de Brad Pitt y Jonah Hill fueron muy aclamadas por la crítica, y ambos recibieron nominaciones a los Oscar como Mejor Actor Principal y Mejor Actor de Reparto respectivamente. ¿Fue injusto que Brad Pitt no ganara el Oscar? Es algo que se habló mucho en su momento, pero en mi opinión, no. Está convincente, pero es que Brad Pitt está siempre convincente, dentro de los límites de su método de interpretación. A mí no me pareció que saliera de su estilo ni de los márgenes donde se siente cómodo, y eso hace que su trabajo en Moneyball no sea diferente de sus anteriores trabajos, como El curioso caso de Benjamin Button, Babel o Malditos Bastardos, y si estos no pudieron conseguirle el Oscar, ¿por qué iba Moneyball a hacerlo? Ese año se llevó el Oscar Jean Dujardin por The Artist, y desde luego lo merecía.

En pocas palabras, Moneyball es justa merecedora del renombre que logró y de haber sido contendiente de los grandes premios del cine, aunque no se los acabara llevando. Merece la pena verla, porque es un ejemplo de lo que debe ser una película para considerarla buena.



Valoración: 7,5/10


Crítica de El lobo de Wall Street






Me había hecho muchas expectativas alrededor de la película El lobo de Wall Street. Desde que se hicieron los primeros pases de prensa en Estados Unidos, antes incluso de su estrena oficial en los cines, que no se hablaba de otra cosa. Ya desde ese primer momento se la nombró como una de las candidatas más prometedoras a los Oscars, y no ha defraudado ahora que se han hecho públicas las nominaciones y se ha llevado cinco, incluyendo entre ellas las categorías más importantes. Además, Leonardo DiCaprio salió ovacionado de la Gala de los Globos de Oro al llevarse el galardón de Mejor Actor de Comedia o Musical. Así pues, iba al cine sabiendo que saldría de la sala de una de las siguientes dos maneras: opinando igual que el resto del mundo o brutalmente decepcionada. Bueno, me equivoqué, no es ni una cosa ni la otra. La verdad es que me resulta muy difícil de valorar, porque la película se encuentra en un perfecto punto medio entre inquietantemente buena y odiosamente repetitiva.

Este film debería ser analizado por partes para ser justos, porque tiene algunas de 10 y otras que apenas llegan al 5. En primer lugar, es una película muy original, y nadie podrá negar que Martin Scorsese haya tomado una decisión arriesgada con este proyecto. Probablemente haya solamente 5 minutos de los 180 totales que dura la película en los que no se vea gente consumiendo drogas, gente teniendo sexo, o las dos cosas a la vez. En realidad, esto último es lo más habitual. Quien quisiera encontrarle fallos podría compararla con una especie de American Pie o Project X en versión de ricos, pero no sería justo porque este film ha sido hecho a consciencia, está trabajado y ha cuidado los detalles, y eso se nota en la calidad que desde luego tiene y que a estas otras les falta.

A pesar de tener mucho de bueno, es imposible no ver también lo malo. Lo más evidente son las tres eternas horas que dura. No es que este sea un fallo sólo de esta película, y es que últimamente se ha puesto de moda superar el límite habitual y llegar a las tres horas de duración, y esto, por buena que sea la película, es simplemente demasiado. Aún así, no se haría tan larga si las escenas variaran un poco a lo largo de la película. El sexo y las drogas en pantalla te sorprende y te divierte la primera hora, pero a partir de después ni las locuras más bestias logran escandalizarte porque es sólo más de lo mismo, y al final lo único que quieres es que se acabe de una vez.

Eso sí, es indiscutible que Leonardo DiCaprio merece el Oscar por este papel, y es indiscutible que todas y cada una de las interpretaciones de esta película son brillantes, porque ni una sola de ellas es fácil, incluso las más insignificantes (Matthew McConaughey apenas sale y ha enamorado a toda la crítica). Hay una escena entre Leo y Jonah Hill en la que ambos están peleándose en el suelo, tan colocados que no pueden ni hablar, que es merecedora de todo el reconocimiento que se les pueda dar.

En resumen, esta película merecería un sobresaliente si hubiera durado una hora menos, pero esta hora que le sobra es demasiado relevante como para no tenerla en cuenta en la valoración, porque marca la diferencia entre pasarlo bien viendo la película y aburrirse. Recomiendo verla, sí, pero hay que saber lo que se va a ver y, sobretodo, tomárselo con calma.


Valoración: 7,5/10




Crítica de La red social




La red social se estrenó en 2010 y no dejó indiferente a nadie. Quién más quién menos, todo el mundo tenía curiosidad por descubrir el misterioso genio que había creado el fenómeno Facebook siendo un veinteañero y se había convertido en una de las personas más ricas del mundo. Aún así, no creo que el público esperara que una película biográfica sobre un par de jóvenes e informática tuviera un argumento tan interesante y acabara siendo uno de los mayores logros de ese año. La red social, pero, entró a por todas y arrasó en taquilla, premios y críticas.

Vi por primera vez La red social cuando se estrenó, en versión original subtitulada, por un ejercicio de clase de inglés en el instituto. Poner a un centenar de adolescentes a ver una película con subtítulos puede parecer una mala idea, de hecho lo es, y probablemente en cualquier otro caso hubiera terminado en fracaso, pero La red social fue una excepción a la regla que nos cogió a todos por sorpresa, profesores incluidos; sobretodo cuando se abrieron las luces de la sala y nos dimos cuenta de que habíamos estado 2 horas absortos en la pantalla sin hacer el más mínimo ruido y ni siquiera nos habíamos dado cuenta. Y es que La red social es una película ideal para poner a gente joven, y no sólo por tratar el tema del Facebook, que nos es familiar a todos, sino porque te llena de ganas de meterte en el mundo adulto y crearte un futuro.

Decidí volver a verla hace poco y ni uno de los detalles que me habían gustado la primera vez había perdido un ápice de su encanto. Está llena de momentos que te dejan con la sensación de que eres demasiado tonto para seguir los razonamientos de los protagonistas, pero lo cierto es que tener 0 conocimientos de informática o empresariales no se convierte nunca en un impedimento para entender la trama.

La película no cuenta con una acción trepidante, porque al fin y al cabo no es lo que corresponde al género, pero no se hace pesada ni aburrida en ningún momento y consigue mantener el interés sus 120 minutos. David Fincher es uno de los grandes y no se esperaba menos de su trabajo. Además, disfrutamos de la fantástica actuación de Jesse Eisenberg y Andrew Garfield, que han necesitado poco más que esta película para hacerse un nombre en luces de neón en el Hollywood actual. Incluso Fincher tuvo el detalle de incluir como secundaria a Rooney Mara, antes de convertirla en estrella y candidata al Oscar con su siguiente película Los hombres que no amaban a las mujeres.

En definitiva, una muy buena película, que rebosa calidad y que debería estar en la lista de recomendaciones de cualquier cinéfilo. No creo que nadie pueda verla y no sentirse inmediatamente motivado.



Valoración: 8/10



Crítica de Frozen: El Reino del Hielo





No es ningún secreto que disfruto las películas de animación tanto o más que las películas con actores reales, y soy una fan de Disney declarada, pero cuando Frozen: El Reino del Hielo se estrenó me pareció que sería una más de este montón de películas que Disney ha estado haciendo recientemente como Aviones, Rompe Ralph, Cars 2, Brave y muchas otras que parecen sacadas del mismo molde, son fácilmente olvidables y quedan muy lejos del carácter épico que tenían todas las películas de Disney en la década de los 80 y que siguió en los 90, sin olvidar también algunas brillantes producciones muy anteriores a esta época. Me alegro de haber estado equivocada, aunque tampoco es para tirar cohetes.  

El argumento parece medianamente original hasta que empieza el tramo final de película, donde los topicazos hacen acto de presencia, aunque eso parece un movimiento calculado para luego volver a hacer un giro de guión inesperado justo al final; si bien siempre dentro de los márgenes de final feliz estipulados en Disney. Tampoco creo que Frozen tenga madera para convertirse en El Rey León de esta generación, pero aún así es una buena película, con mucha más calidad de la que nos tenían acostumbrados últimamente los films de animación infantil, y sirve para pasar un buen rato aunque tengas más de 8 años. Eso es, al fin y al cabo, uno de los puntos fuertes de Disney, hacer películas infantiles que son igualmente entretenidas para adultos.

Ha tenido un éxito mundial destacable, cosa que hacía muchos años que no se conseguía con este género de películas, fueran Disney o no, y su banda sonora ya ha hecho historia al convertirse en nº 1 de ventas de la Billboard 200, siendo el cuarto film de animación en conseguirlo en los casi 60 años de historia de este listado de éxitos musicales. Hay que tener en cuenta que se eligió un reparto de lujo para poner voz a los personajes y cantar sus canciones, pues todos ellos son reconocidos actores de Broadway. Idina Menzel, famosa por su papel de Maureen en Rent, se lleva la palma prestando su voz a una de las protagonistas, Elsa, y cantando la canción más valorada del film, “Let It Go”. Obviamente en la versión española se pierde un poco este encanto, pero tampoco hacen un mal trabajo los actores de doblaje elegidos.

En definitiva, si te gusta el género y te apetece pasar la tarde, Frozen: El Reino del Hielo no es en absoluto una mala opción, pero tampoco esperes una genialidad como lo fue Toy Story 3 hace sólo unos pocos años, o cualquiera de las maravillas de Disney anteriores al año 2000.



Valoración: 6,5/10



Sobre Hudson Taylor





Hoy quiero alejarme un poco de mis tópicos habituales y en vez de cine o televisión hablaré de música, y es que hace poco he descubierto un grupo que me ha llamado la atención y quiero compartirlos.

El grupo en cuestión se llama Hudson Taylor, y está formado por dos hermanos irlandeses llamados Alfie y Harry Hudson-Taylor. Estos jovencísimos cantantes iniciaron su carrera en 2011 y recientemente han tenido bastante éxito en el Reino Unido y particularmente en Irlanda, pero fuera de esas fronteras apenas se les conoce. Me gustaría, pero, que llegaran a hacerse un nombre dentro de la industria musical porque no tienen nada que envidiar a grupos actualmente muy famosos como The Lumineers, Of Monsters and Men, Mumford and Sons, Imagine Dragons, The Head and the Heart y demás similares, este tipo de música hipster que gustaba por no ser tan mainstream como los grandes artistas y hacía diferentes a sus seguidores pero que con tanto gafapasta suelto ha acabado convirtiéndose en más visto que Miley Cyrus en cueros.

Hudson Taylor tiene un estilo muy propio de su región, folk pop, pero tratado de forma suficientemente abierta como para que sea fácil de escuchar y no limitar su alcance sólo a seguidores del género. Sus canciones tratan temáticas universales con las que todos nos podemos sentir identificados y, desde luego, tienen cabida en la línea que siguen los grandes éxitos actuales.

Su canal VEVO ha tenido bastante actividad recientemente gracias a su colaboración con “The Hurtwood Prize”, un festival para jóvenes cineastas al que prestaron dos de sus canciones (Beautiful Mistake y Called On)  para que los competidores les diseñaran un videoclip. Sendos videoclips ganadores han sido colgados en su canal VEVO de YouTube hace poco y han tenido un número de visitas bastante remarcable, que les ha dado a conocer un poco más.


Os dejo con su canción más conocida hasta el momento y también mi favorita, Care, que es básicamente una canción de desamor pero con marchilla y a la segunda o tercera vez que la escuchas te das cuenta de que ya no puedes parar.